POR: JORGE CORMANE- ESTUDIANTE DE ANTROPOLOGÍA-UNIVERSIDAD DEL MAGDALENA
1.
La
formulación: de una
estrategia de investigación para resolver un problema concreto o contrastar una
Hipótesis o idea.
La recogida
y registro de la evidencia: con la que verificaremos esa idea,
generalmente por medio de la organización
De un
equipo de especialistas y la dirección del trabajo de campo.
El tratamiento
y análisis: de esa
evidencia y su interpretación a través de la contratación de la hipótesis
original;
La publicación:
de los resultados en artículos de revistas,
libros, etcétera.
2.
Los métodos de identificación de
yacimiento, concretos incluyen la consulta de fuentes documentales y la
evidencia toponímica, además, sobre todo, del auténtico trabajo de campo, que
puede consistir en la supervisión del avance de las construcciones de los promotores en la
arqueología de urgencia o en prospecciones de reconocimiento.
3.
Consiste en la consulta de archivos
documentales sobre excavaciones y trabajos arqueológicos antecedentes,
constituyendo una base fiable de que si es rentable o no llevar acabo de una
labor de prospección o de excavación arqueológica.
4.
Consiste en localizar y registrar
todos los yacimientos posibles antes de que sean destruidos por nuevas
carreteras, edificios o diques, o por el drenaje de ambientes pantanosos, los
yacimientos importantes descubierto dentro de estas actividades requieren de
una excavación ulterior, y en algunos casos, pueden alterar incluso los planes
de construcción.
5.
La prospección superficial
asistemática, es la más sencilla e
incluye el recorrido a pie de cada zona del área, la exploración la franja de
terreno de la trayectoria de cada prospector, la recogida o examen de los
artefactos superficiales y el registro de su localización junto con la de
cualquier estructura del terreno, el método es flexible y permite centrarse en
las áreas en las que existen más probabilidades de encontrar hallazgos. Por
otra parte el sistemático es una prospección más moderna y se realiza empleando
un sistema de red o bien una serie de recorridos equidistantes, el área a
estudiar se divide en sectores y estos se recorren sistemáticamente de este modo ningún área queda sub o
sobrerrepresentada en la exploración, este método también facilita la situación
exacta de los hallazgos, dado que siempre se conoce la posición exacta de cada
uno.
6.
La prospección extensiva se realiza
combinando los resultados procedentes de una serie de proyectos individuales en
regiones adyacentes, con el fin de conseguir perspectivas más amplias de los
cambios en el paisaje, el uso de la tierra y los asentamientos a lo largo del
tiempo, la exactitud y la calidad de
estos proyectos puede variar enormemente. La prospección intensiva busca cubrir
totalmente un yacimiento extenso o una aglomeración de ellos.
7.
Muestreo
probabilístico. Mediante métodos matemáticos, los arqueólogos intentan
incrementar las probabilidades de que las generalizaciones hechas a partir de
las muestras sean correctas. Ésta es la técnica empleada por los sondeos de
opinión pública, que seleccionan a menos de 2.000 personas con la intención de generalizar
el resultado.
Muestreo aleatorio simple,
en el que las zonas a muestrear se eligen mediante una tabla de números al
azar.
Muestreo aleatorio estratificado,
en el que la región o yacimiento se divide teniendo en cuenta sus zonas
naturales (estratos), como tierra cultivada y bosque, y se seleccionan las
cuadrículas con base en el mismo procedimiento de números aleatorios, con la
diferencia de que se asigna a cada zona
un número de cuadros proporcional a su superficie
Muestreo
no probabilístico. Algunos yacimientos de una región
determinada pueden ser más accesibles o destacar más en el paisaje, lo que
daría lugar al diseño de un plan de investigación que, desde el punto de vista
formal, sería menos científico.
8.
La fotointerpretación es el proceso de
análisis de las evidencias fotografiadas desde el aire, para la deducción del
tipo de estructuras arqueológicas que
las producen. Dado que la visibilidad de las estructuras cambia año tras año,
la elaboración de un plano preciso exige el examen de fotografías tomadas en
años distintos. Dichos planos pueden servir para guiar la excavación de los
puntos clave de una estructura, para colocar la información recogida
sobre el terreno en su contexto adecuado o como punto de partida de una línea
de investigación.
9.
La nueva tecnología también ha tenido
un fuerte impacto sobre la fotografía
aérea en diversas formas. El realce de la
fotografía mediante ordenadores mejora su intensidad y contraste.
También se ha desarrollado la manipulación digital de imágenes, que permite
ajustar una sola imagen, sea oblicua o vertical, a la cartografía área. También
existen programas que permiten la transformación y combinación de varias
imágenes, lo que resulta especialmente útil cuando un yacimiento se encuentra
entre dos sembrados en los que se han fotografiado huellas en los cultivos en
años diferentes. Estas imágenes tipo plano facilitan por tanto la
fotointerpretación y la elaboración de mapas.
10.
Los escáneres registran la intensidad
de la luz reflejada y la radiación de infrarrojos de la superficie de la tierra
y las transforman, electrónicamente, en
imágenes fotográficas. Estas imágenes han sido utilizadas para localizar
estructuras de gran tamaño, como los antiguos sistemas de riego .de Mesopotamia
y el antiguo curso de un rio que corría
entre los desiertos de Kuwait y Arabia Saudí, así como depósitos de sedimentos
en el valle del Rift, en Etiopía, que es probable que contengan restos
homínidos fósiles.
11.
Los SIG son una combinación de
equipamiento informático, software y datos geográficos diseñada para obtener,
archivar, gestionar, manipular, analizar y exponer tipos muy variados de
información. Un SIG combina una base de datos con potentes herramientas de
elaboración de mapas; en otras palabras, los SIG están diseñados para la
recopilación, el almacenamiento, la reordenación, el análisis y la exposición
de la información espacial.
12.
La teledetección bajo la superficie Las
técnicas de sondeo son útiles pero, inevitablemente, conllevan alguna
alteración del yacimiento. Existen, sin embargo, un gran abanico de técnicas no
destructivas, ideales para el arqueólogo que pretenda conocer mejor un
yacimiento antes de -o sin- excavarlo. Estos dispositivos de detección geofísica pueden ser activos (es decir, que
pasan distintos tipos de energía a través del Sueloy miden las respuestas
obtenidas para leer qué se esconde bajo la superficie) o pasivos (es decir,
miden propiedades físicas, como el magnetismo y la masa, sin necesidad de
inyectar energía para obtener una respuesta).
Métodos
sísmicos y acústicos; El modo más simple de hacer pasar
energía a través del suelo es golpeándolo.
En el la tierra es percutida con un pesado mazo de madera o un recipiente
relleno de plomo en el extremo de un mango largo. El registro del sonido resultante
ayuda a localizar las estructuras sepultadas, ya que un ruido sordo indica que
el suelo no está alterado, mientras que las zanjas y hoyos ocultos bajo el
suelo producen un efecto más resonante.
Técnica
de ondas
verticales consiste
en un aparato que genera y amplifica las llamadas ondas Rayleigh golpeando el
suelo suave y repetidamente.
Métodos electromagnéticos. Es
un método básicamente similar, que no utiliza ondas sonoras sino de radio, es
el radar de penetración El emisor, emite
impulsos breves a través del suelo, cuyos ecos reflejan cualquier variación
percibida en las condiciones del mismo, como zanjas de relleno, tumbas, muros,
y la profundidad a la que se produce la anomalía, en base al tiempo de
respuesta.
Prospección por resistividad. La resistividad
eléctrica es un método muy común que ha sido
empleado en yacimientos arqueológicos durante muchas décadas, sobre todo en
Europa. La técnica se basa en el principio de que cuanta más humedad contenga
el suelo, mejor conductor de electricidad será. Un contador de resistividad,
acoplado a unos electrodos introducidos en el suelo, puede medir así los
distintos grados de resistencia del subsuelo ante una corriente que pasa entre
los electrodos.
Métodos de prospección magnética. Entre
ellos se encuentran los métodos de prospección más empleados, que resultan
útiles, sobre todo, en la localización de construcciones de arcilla cocida de
objetos de hierro y de hoyos y zanjas. Todas estas estructuras sepultadas
producen distorsiones débiles pero mensurables en el campo magnético terrestre.
Las razones de estas distorsiones varían según el tipo de vestigio, pero se
basan en la presencia de hierro, incluso en cantidades insignificantes.
13.
La excavación mantiene su papel
protagonista en el trabajo de campo porque proporciona la evidencia más fiable
para los dos tipos de información que interesan a los arqueólogos: 1) las
actividades humanas en un periodo determinado del pasado; y 2) los cambios
experimentados por esas actividades de una época a otra. Podríamos decir, en
líneas muy generales, que las actividades simultáneas tienen lugar de forma horizontal en el espacio mientras
que sus cambios se producen verticalmente
en el tiempo. Esta distinción entre segmentos de tiempo horizontales
y secuencias verticales es lo que constituye la base de buena parte de la
metodología de excavación.
14.
La excavación es costosa y destructiva
y, por lo tanto, nunca se debe realizar a la ligera. Deben utilizarse antes de
la excavación, cuando sea posible, los métodos no destructivos ya expuestos,
para lograr los objetivos de la investigación. Cada excavación tiene una forma
y unos métodos específicos para ser realizados
15.
Se considera que la arqueología
subacuática tuvo su primer impulso importante durante el invierno de 1853-
1854, cuando el bajo nivel del agua en
los lagos suizos dejó a la vista enorme cantidad de postes de madera, cerámica
y otros artefactos. Desde las primeras investigaciones, utilizando toscas
campanas de buceo, ha llegado a convertirse en uno de los complementos más
valiosos del trabajo en tierra firme.
Engloba una amplia variedad de yacimientos entre los que se incluyen pozos,
cavidades anegadas y corrientes de agua asentamientos lacustres sumergidos y
yacimientos marinos, desde pecios hasta puertos inundados y ciudades hundidas
16.
Recuperación y registro de la
evidencia Cada yacimiento tiene sus exigencias. Se puede
tratar de recuperar, y señalar la
posición horizontal, de todos los artefactos procedentes de un yacimiento del
Paleolítico o el Neolítico poco profundo y con una sola ocupación. Una vez que
se haya recuperado un artefacto y se haya registrado su situación, debe dársele
un número que se anota en un inventario o en un ordenador. Los progresos diarios de la excavación se
registran en cuadernos de campo o en fichas de datos, en las que se haya
impreso previamente algunas preguntas a contestar. Salvo los artefactos, que pueden ser retirados para su ulterior estudio, las
estructuras y construcciones se dejan, por lo general, en el lugar en que
fueron halladas, o son destruidas a medida que la excavación avanza. Por lo
tanto es imprescindible registrarlas, no solo con una descripción escrita en el
diario de campo, sino también con dibujos y fotografías a la escala adecuada.
Los diarios de campo, los dibujos a escala, las fotografías y los disquetes de
ordenador junto con los artefactos, huesos de animales y restos vegetales
recuperados constituyen el registro total de la excavación, la base sobre la
que se elaborarán las interpretaciones del yacimiento.
Tratamiento y clasificación al igual que la propia excavación, el
tratamiento de las materiales recuperados en el laboratorio de campo constituye
una actividad especializada que exige una planificación y una organización muy
cuidadosa. La limpieza minuciosa de los artefactos constituye una etapa
tradicional de las excavaciones. Sin embargo, muchas de las técnicas
científicas nuevas, ponen de manifiesto que los artefactos no deben ser
necesariamente limpiados en profundidad antes de que un especialista haya
tenido la ocasión de examinarlos. La selección inicial se hace con base en
categorías generales, como útiles líticos, cerámicas y objetos de metal.
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